lunes, 18 de enero de 2010

Proyecto Sur exige que el Congreso investigue

Kirchnerismo, oposición conservadora y el fraude de la deuda externa

A un mes del triste y célebre DNU que constituyó el Fondo del Bicentenario para pagar deuda externa y a diez días del comienzo del Affair Redrado, Proyecto Sur logró instalar el debate por la fraudulencia de la Deuda Externa, la Causa Olmos y otras investigaciones. Las opciones del oficialismo y la oposición conservadora. ¿Investigar o no investigar? El dilema del ahora.

La portada del diario Crítica del domingo logró llamar la atención. El montaje cotidiano mostraba esta vez a Cristina y a Néstor separados. ¿Peleas conyugales? No. Según la versión periodística, es la Deuda la que “deja en caminos separados” a ambos. Continuaba: “El ex presidente coquetea con la idea de crear una comisión investigadora para retomar la iniciativa política frente a la embestida opositora. Pero la jugada choca con las aspiraciones del Gobierno de seducir a los mercados y acordar con los bonistas.”La versión del periodista Diego Genoud sostiene que el kirchnerismo tiene un “Plan B”, “ambicioso y a contramano de la historia económica del kirchnerismo”. Se trata nada menos que de la creación de una comisión bicameral que investigue la deuda externa durante un plazo mínimo de seis meses y la presentación de nuevas denuncias ante la Justicia. ¿La iniciativa sería del gobierno? No. ¿La presentará algún diputado del “centroizquierda” afín? Quizá. ¿Heller? ¿Sabatella?Lo importante es que Proyecto Sur logró, una vez más, torcer la agenda de discusión parlamentaria y mediática. El viernes 8, el espacio liderado por “Pino” Solanas se presentó en los Tribunales de Comodoro Py para denunciar penalmente a los responsables del Fondo del Bicentenario. Desde entonces, la atracción por la posición fue creciendo en los medios periodísticos. El jueves de la semana pasada, la estrategia de la fuerza torció aún más la balanza. Frente a los llamados de la oposición conservadora de autoconvocarse en sesiones extraordinarias (o exigir al presidente de la Cámara Baja, Eduardo Fellner, que pida a la presidente Cristina Fernández la convocatoria) y frente al discurso del gobierno nacional de la imposibilidad de revisar la legitimidad de la deuda (sic), Proyecto Sur anunció que no acudiría a ninguna sesión autoconvocada por las fuerzas de la CC, UCR, PRO, PJ-disidente, si no se incluía la conformación de una comisión bicameral para investigar la deuda externa y la constitución de un Fondo de Desarrollo con las reservas del Banco Central.Frente a la nueva coyuntura, cambiando el enfoque unilateral de los medios periodísticos concentrados en el Affair Redrado y la intromisión política de la Jueza Sarmiento, las fuerzas políticas debieron comenzar a pensar definiciones. Mientras la posición de Proyecto Sur fue logrando cada vez más mayores apoyos (ver notas del InfoSUR), el tema comenzó a resquebrajar filas ajenas. El gobierno seguirá resistiendo a las sesiones extraordinarias e insistirá en la renuncia del presidente del Central –situación, la de Redrado, que Proyecto Sur anunció que no defenderá-. Desde la oposición conservadora, la estrategia de solicitar a Fellner la convocatoria a sesiones en febrero parece que va en camino trunco. El tiempo dado es hasta este miércoles. “¿Les darán los números a estos sectores del oposicionismo?”, se preguntan los cronistas. Difícil. Las fuerzas del denominado equívocamente espacio del “centroizquierda” tienen los números claves y Solanas fue claro. En declaraciones al diario Clarín, el presidente del bloque Proyecto Sur aseguró: “No iremos detrás de una autoconvocatoria que no incluya la investigación de la deuda. Sería avalar los latrocinios que se cometieron contra este país, y que tanto nos sigue costando a los argentinos".Para el radical Landau, la autoconvocatoria tiene como eje los DNU del gobierno (Fondo del Bicentenario y expulsión de Redrado) y la cuestión de la deuda es un tema “posterior”. En este sentido, según el radical, los legisladores del espacio encabezado por Solanas no podrán oponerse a la convocatoria, “porque no querrán asumir el costo de no dar quórum contra el kirchnerismo”. Pero en ocasión de realismo, la situación sería al revés: ¿podrán los radicales y otros opositores de similar talla afrontar el costo político de no apoyar la investigación del fraude –cosa juzgada- de la deuda externa? Una pregunta más incisiva: si finalmente en el debate matrimonial de los Kirchner se inclina la balanza hacia la investigación de la deuda, ¿qué dirá el “progresismo kirchnerista” (los Russo, Heller, Delatorre, Zaiat, Barone), que tanta tinta han gastado en estos días en defender, por diversos artilugios, la indefendible posición de la presidente, sobre la imposibilidad de revisar el fraude del principal instrumento de saqueo del país?

No hay comentarios:

Publicar un comentario